Se conoce como lana a una fibra animal típica de ciertos animales caprinos (como la oveja) y camélidos (como la llama, la vicuña y la alpaca), obtenidos mediante un proceso llamado esquila. Dicha fibra es empleada en la industria textil como materia prima en la elaboración de prendas de diverso tipo.
En sus distintas versiones, la lana es una fibra gruesa y elástica, que retiene muy bien el calor ya que se trata de un aislante térmico. Por ende, protege del frío tanto a los animales de los que proviene, como a los usuarios de la ropa confeccionada con ella.
La lana se origina, como dijimos antes, a partir de la piel de animales vivos, quienes la producen para abrigarse y preservar el calor corporal.
Se produce en los folículos: estructuras internas de la piel del animal que penetran hondamente dentro de su dermis, vinculadas con las glándulas sebáceas y sudoríparas.
Dependiendo del ciclo vital del animal, la lana se genera a partir de ciertas etapas, pudiendo incluso variar en propiedades (y por ende, en calidad). Por ejemplo, la lana más valiosa de la oveja se produce entre sus 3 y 6 años de edad.
La lana es un tejido extensible, capaz de estirarse sin romperse, ya que sus fibras por lo general están plegadas entre sí. Pero es también elástica, de modo que tiende a preservar su forma, y es sumamente flexible.
Quizá su propiedad más interesante es su enorme capacidad de aislamiento térmico, dado que sus fibras, al no compactarse, mantienen un espacio de aire que funciona como aislante.
Además, es sumamente higroscópica en su lado interno, es decir, que puede absorber normalmente hasta un tercio de su peso en agua del ambiente en una atmósfera húmeda. Sin embargo, su secado es lento pues su costado exterior es hidrofóbico, de modo que retiene la humedad de la piel que protege y no la reseca, conservándole el calor.
Composición de la lana
La lana está compuesta mayormente por una proteína animal llamada queratina, la misma que en otras condiciones permite la formación de las uñas, pezuñas, plumas, pelo y cuernos en los animales y en el ser humano.
Es una macromolécula insoluble, resistente, que es segregada por células epidérmicas del animal, y por lo general está recubierta de sustancias cerosas y lipídicas como la lanolina.
Las lanas se pueden clasificar, en primera instancia, por el animal que las produce: lanas de llama, lanas de alpaca, lanas de oveja, etc. De todas, no obstante, la más empleada es la lana de oveja, la cual se clasifica usualmente en:
Lana Merino: Producida por las ovejas del mismo nombre, posee fibras cortas, muy finas, y arrugas. Se emplea en la fabricación de prendas finas, por lo que es mucho más valiosa.
Lana tejida: De longitud media y menos fina que la anterior, se la emplea en la fabricación de telas, tapicerías, alfombras y mantas, o a menudo en mezclas con Lana Merino o para telas cardadas.
Lana ordinaria:La obtenida de las ovejas ordinarias, que no han atravesado un proceso de selección. Es un tipo de lana largo, suave y con un gran espesor. Se emplea a menudo para fabricar almohadas, relleno de colchones y otros productos similares.
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